Un nieto o nieta es aquella personita que llena de vida e ilumina con sus pequeños pasitos cada habitación.
Nunca pensé que un nieto o nieta fueran capaz de llenar mi vida de alegrías y emociones.
Con alegría y tristeza veo crecer a mi nieto.
Alegría porque sé que es una parte de mi, tristeza porque no podré sostener su mano por siempre.
Hoy a mi nieto le escribo esta carta, quizá no la pueda leer, pero cuando leas estas líneas sentirás el amor que siento por ti.
A mi nieto:
¡Hola! ¿Cómo estás?
Espero que bien mi niño. Mi vida de ojitos traviesos, en estas pocas líneas quiero decirte cuanto te amo.
Recuerdo el día que llegaste, cuando te tome en mis brazos por primera vez, eras tan pequeñito.
No dejaba de saltar mi corazón de alegría y emoción, mi hijo el mayor me daba un nieto y no para hacerme más viejo sino para darme la felicidad.
Quisiera decirte tantas cosas, advertirte de todos los obstáculos que encontrarás en tu vida, pero mejor te daré tres consejos que un día mi padre me dijo:
- Vive cada momento al máximo, la vida es prestada no sabemos cuanto tiempo estaremos aquí.
- Equivócate, no es malo cometer errores, lo malo es no aprender de ellos
- Sueña tan fuerte y ve por esas metas, jamás dejes que alguien te diga que no puedes hacerlo.
Aunque los años pasan y te conviertas en ese hombre fuerte y yo cada vez camine más lento, jamás olvides que siempre estaré contigo.
Espero que ésta carta te ayuda a inspirarte para realizar la tuya, di hoy lo que tienes que decir no esperes más.