¿Sabes que no solo lo que comemos y cómo lo cocinamos afecta nuestra salud, sino que también el momento en que lo hacemos?
Nuestro sentido común nos indica que cenar lo más pronto posible es mejor que hacerlo tarde y que irse a la cama con el estómago lleno, no es la mejor opción.
Hasta hace poco no se podían hacer estas afirmaciones con la evidencia científica en la mano.
En la actualidad los estudios de los patrones dietéticos se han sumado en los últimos años a la investigación de otros factores importantes, como las horas de ingesta de alimentos.
Sigue leyendo y conoce toda la información que tengo para ti sobre los beneficios e importancia de la hora de la cena.
Ritmo biológico
Se ha demostrado recientemente por un equipo de científicos del Instituto de Salud Global de Barcelona que cenar pronto se asocia con menos riesgo de cánceres de mama y de próstata.
Los científicos aclaran que los tumores de mama y los de próstata son dos de los cánceres más comunes en todo el mundo y los que más se relacionan con el trabajo nocturno y las alteraciones circadianas o de nuestro reloj biológico.
Cuando realizamos actividades fuera de nuestros horario biológico como ingerir alimentos nuestro ritmo biológico se altera y el metabolismo funciona de forma diferente.
Es por ello que nosotros como personas mayores debemos tener programado nuestras tres comidas del día para que nuestros ritmos biológicos funcionen de la mejor manera, de este modo no tengamos alteraciones en nuestro cuerpo y podamos vivir plenamente.
Puedes dar clic aquí y conocer también algunos consejos de nutrición que tengo para ti.
El metabolismo y la glucosa a la hora de cenar
Cuando cenamos tarde hay una hormona llamada melatonina que es la hormona de la noche, esta hormona acciona la insulina y como consecuencia a ello se tolera peor los carbohidratos.
La repercusiones sobre la salud aumentan cuando cenamos tarde. A largo plazo pueden surgir problemas metabólicos como la obesidad, o incluso la diabetes, es por ello que tenemos que cenar lo más temprano posible para que nuestro cuerpo procese mejor nuestros alimentos sin tener alteraciones en las hormonas.
Una fácil solución
La solución fácil y rápida es separar la hora de la cena antes de ir a dormir porque la melatonina aumenta aproximadamente media hora antes de ir conciliar el sueño.
Se recomienda cenar dos horas y media antes de ir a dormir. Pues es el tiempo en el que baja la azúcar y no está presente la melatonina en nuestro cuerpo.
Tres puntos básicos para la cena que te permitirán controlar y facilitar la forma de realizar tu última comida del día:
- Checa el reloj
Es recomendable checar el reloj cuando se aproxime la hora de la cena, si cenas antes de las nueve de la noche sería la mejor opción.
- Con anticipación
Cena con anticipación y deja que transcurra al menos dos horas desde la cena antes de irte a la cama.
- No se vale doble cena
Lo más recomendable es no cenar doble porción, toma algo muy ligero, un vaso de leche o un yogurt por ejemplo antes de dormir.
A veces, es difícil alimentarnos de la mejor manera. Pero recuerda tener una cena balanceada y equilibrada para llevar tu vida sin complicaciones, solo es cuestión de disciplina y constancia para poder cambiar tus hábitos alimenticios.
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