El don de la interacción humana cara a cara es tuya por derecho. Claro, la distancia hoy se sortea gracias a la tecnología, sin embargo, paradójicamente la misma tecnología nos ha puesto más lejos de aquellos que amamos y de quien necesitamos una mayor proximidad física.
¿Puedes abrazar físicamente a un teléfono móvil, al igual que se puedes abrazar un árbol o a un ser humano?
Parece broma, sin embargo, la tecnología no libera endorfinas, como dar un abrazo a alguien o abrazar un árbol en todo caso. También es mucho más fácil de entender a la gente cara a cara: la entonación de las palabras, el lenguaje corporal, la detección del estado de ánimo. La comunicación a través de mensajes o llamadas telefónicas, en mayor o menor medida pueden ser mal interpretados, lo que provoca tensiones que se reflejan al instante.
Vamos a centrar nuestra atención en lo tangible. Un regalo es una buena idea para demostrar afecto, sin embargo no tiene el mismo impacto que la ausencia “La ausencia hace crecer el cariño”. En resumen los regalos nunca pueden sustituir a los lazos emocionales y espirituales entre las personas. Los regalos pueden ser suplementos en una relación, son como tomar vitaminas en conjunto con una dieta saludable y un estilo de vida, pero no son los nutrientes principales que ayudan a fortalecer una relación con alguien a quien quieres
En esencia, el amor se mide en el tiempo pasado y los recuerdos compartidos con la otra persona. La tecnología es un plan de respaldo, no un sustituto y los objetos materiales son un complemento a la oferta real.
Así que lo único que pide en retribución esa persona que te ama es: Tu presencia. Los mensajes y llamadas son detalles que jamas podrán sustituir a tu persona.